martes, 24 de junio de 2008

Pasado por agua

Es sólo una noche del año más pero como la noche de San Juan no hay ninguna. Es la noche en la que das la bienvenida al verano, en la que toda la gente se reúne al rededor de una hoguera para quemar deseos en una hoja de papel o enfrentarse a sus miedos encima de las llamas.

Llovió si, llovió. Todo en la vida se trata de una lucha, y anoche la lucha fue entre el agua y el fuego, entre nosotros y la lluvia, entre la fuerza por conseguir nuestros deseos y el cansancio.
Resultó que mi deseo aguantó menos que yo esa lucha con la lluvia y sin objetivo me rendí enseguida. Fue entonces y sólo entonces cuando la lluvia me afectó y tuve que ir a la gran hoguera para buscar algo de calor.

Hay que decir que si todo hubiera salido bien a pesar de las adversidades, la satisfacción hubiera sido mayor. Pero como no ha sido el caso pues piensas que quizá sea por haber forzado demasiado las cosas y que en condiciones normales todo bien. Entonces es cuando te preguntas: "¿merece la pena luchar por algo que sólo en condiciones normales funciona?"

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